domingo, 29 de mayo de 2016

ArteBA 2016 . Sección DIXIT

Un equipo curatorial formado por Federico Baeza, Lara Marmor y Sebastián Vidal Mackinson, incluyó cuatro obras de la serie Transtemporal en la exhibición que les encargó ArteBA para su sección DIXIT, en el marco de los festejos por los 25 años de la feria. La muestra se llamó Oasis. El título recupera una frase de Federico Peralta Ramos: Solamente consiguen un oasis aquellos que se bancan el desierto.

Un director de museo le comentó a mi galerista que, para él, lo más notable de mis calados de la serie Transtemporal era su parecido con los cut-outs de José Dávila (que preceden largamente a los míos en tiempo y fama). Esta opinión me impulsó a buscar similitudes y diferencias entre ambas narrativas.


En sus series de fotos caladas, José Dávila recorta el motivo central. El calado sigue el contorno exacto de ese elemento faltante (cowboy, edificio, artista u obra de arte), que permanece muy reconocible. La operación es una: quitar estrictamente la figura central de la imagen, dejando un espacio hueco que tiene exactamente su silueta. Las imágenes elegidas son parte de la cultura de Occidente, reconocibles para una amplia mayoría del público del arte contemporáneo al que se dirigen.
En el caso de mis cut-outs, la forma del calado proviene de un contexto diferente del de la imagen primera. Hay una operación sustractiva similar a la de Dávila, pero al menos dos relatos puestos en contacto, en una relación que enrarece la imagen de un modo difícil de explicar, dado que las referencias que se ofrecen al observador activan asociaciones diversas. 

En la serie Transtemporal, las formas caladas sobre las fotos de una feria de la industria en Buenos Aires citan piezas de Gordon Matta Clark o Hélio Oiticica, realizadas por los mismos años. La intersección que arroja el calado reelabora, en términos de obra, preguntas sobre modelos de país y de arte, proyectos utópicos y distintos momentos históricos.


En otra serie de cut-outs en curso, sobre páginas de revistas Look de 1960/70, la forma del calado proviene de la imagen que se encuentra al dorso (generalmente publicidades): una especie de exploración del subconsciente de la cultura norteamericana de esos años. Las fotos, por otra parte, están todas ligadas estrechamente a mi biografía personal. Son referencias que convocan grupos sociales más bien reducidos, y que pueden entrecruzarse de distintos modos: de clase media, de mediana edad o más, de Buenos Aires, que lee inglés, que estuvieron en La Rural, etc.

El procedimiento material (calado sobre fotos impresas) es el mismo en las series de Dávila y las mías. Pero esa operación sustractiva es la única estrategia que comparten, dos programas que son diferentes. Sospecho que si una parte del pensamiento de base es común (fe en el vacío como activador de la imagen), hay otra claramente distinta. Sacar de una foto un elemento, manteniendo su contorno, deja una huella muy pregnante. Esa figura faltante interroga a todo el resto de la imagen, pone el foco en todo lo que antes oficiaba de fondo y marco, pero el sujeto central sigue siendo quien lo sostiene, en una narrativa binaria.
La otra hipótesis es que el hueco que permite el movimiento en una imagen, como en una ideología, lo genera el choque de relatos distintos. Y es mucho menos claro, más mestizo y más singular.

Sigamos participando del pensamiento colectivo.

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